dimarts, de febrer 17, 2009

Malas pasadas


La mente juega, demasiado a menudo, malas pasadas. Dispuesta a hacer añicos el "ahora-tu-y-yo" aparece reflejando una imagen de tu presente más vivo y aniquila la vigorosa erección de mi "Carpe diem". Imposible, o francamente complicado, que alguien como yo se salte a la torera los tiempos mínimos de reacción refleja de la mente. No soy un guerrero jugando al "acoso y derribo" sino un civil sufriendo los daños colaterales de tu, más que comprendida, indecisión. Llegaste hasta la línea enemiga de tu fidelidad y, valiente, abriste brecha en tu educada moralidad judeocristiana. Venciste pero yo, tu aliado, pagué un precio alto por la unión.
La mente juega muy malas pasadas y al final tu olor y el recuerdo de tu carne asoma y despidiéndose de la oportunidad perdida hace amago de instalarse en el cementerio de elefantes de mi pecho.